kareen wilchen
Nacida en Argentina en 1973, luego de estudiar filosofía, pintura y teatro en Buenos Aires, se mudó a París en 2001. Allí estudió artes visuales y nuevos medios en la universidad. Su maestría fue una investigación sobre cómo el cine documental hace visible el habla (a través del gesto, el silencio y la presencia del ser). De 2008 a 2012 fue co-directora artística con su amiga Flavia Tavares de FIDÉ (Festival International de Documentaire Émergent). En 2012 se licenció en Arte y mediaciones terapéuticas. Su práctica se ha construido así tejiendo distintas fuentes con su formación interdisciplinar.
Fue el descubrimiento de la obra de Pina Bausch lo que lo acercó al teatro en Buenos Aires ya la danza en Francia. Luego de experiencias dispersas de clases de yoga, feldenkrais, danza contemporánea, lap dance; en 2016 conoció a Antonella De Sarno con quien practicó Sensitive Dance. Y en 2018, con Léone Cats-Baril descubre un enfoque contemporáneo de la danza Butô que sigue experimentando.
Además, desde 2006 trabaja con personas con dificultades psicológicas, en particular con trastornos autistas, en instituciones, con el arte como motor de creación. Esta experiencia la enfrentó a una de las formas más extremas de alteridad, donde el habla, muchas veces ausente, es completamente diferente. Esto le permitió agudizar su mirada y sus sentidos acogiendo sus singularidades y la suya propia. Este trabajo lo llevó sobre todo a preguntarse sobre qué hace el arte, el lenguaje y el trabajo.
Este cuestionamiento lo alejó de los circuitos del mercado del arte para acercarse a un arte practicado a diario sin necesidad de ninguna legitimación institucional y sin otro fin que el de (to) producir, (to) construir todo sin fin deconstruyendo y reconstruyendo.
Así, desde hace varios años busca un nuevo lenguaje en su práctica, del cual su cuerpo y su presencia son el eje.
El período de confinamiento despertó en ella el deseo de retomar la práctica del video para acompañar el desarrollo de la performance en el lugar público: nuestro lugar común, cotidiano y compartido.
El vídeo ayuda a trazar un presente que se convierte en un otro lugar, al mismo tiempo, pasado y en continua recreación.